El Ă¡rbol de la vida, eternamente representado. En este caso un olivo que tiene el equilibrio entre la energĂa exterior y la interior, lo que aprendemos y nos va forjando tal como somos. Unas fuertes raĂces por donde circula la sabia y el agua y una frondosa copa que acoge a todos los que se quieran acercar. Colores vivos, los colores del mediterrĂ¡neo que siempre acompañas la fuerza de esta pieza.
Autora: Mercè GonzĂ¡lez
Año: 2012
Medidas: 105×85 cm
Técnicas: Diferentes tipos de seda teñidos y pintados a mano